Al parecer, siempre ha sido lo usual, que cuando desaparece un producto en los anaqueles de los supermercados, el pueblo de a pie ya sabe, que aparecerá después con un precio mucho más alto. En las llamadas crisis financieras, han entrado en escena nuevos actores, “los especuladores” con máscaras de inversionistas, ofrecen estabilizar el mercado y sus riesgos de pérdidas. La otra razón es que pocas empresas, justo como las que aquí mencionamos, con sus acaparadoras prácticas controlan a su libre albedrío el precio de los alimentos en todo el mundo, digamos que al hambrearnos, nos dejan a su merced (Ver mi artículo: Biocombustibles, imposición transgénica, no alternativa ecológica). Al parecer, siempre ha sido lo usual, que cuando desaparece un producto en los anaqueles de los supermercados, el pueblo de a pie ya sabe, que aparecerá después con un precio mucho más alto. En las llamadas crisis financieras, han entrado en escena nuevos actores, “los especuladores” con máscaras de inversionistas, ofrecen estabilizar el mercado y sus riesgos de pérdidas.